Puerto Vallarta nos enamoró desde que llegamos, justo al atardecer. Al otro día empezamos desde por la mañana, Diana es colombiana y José Miguel mexicano y su boda fue una mezcla de estos dos países en sentido literal. Nos hizo un sol espectacular y la alegría y el amor de los novios eran altamente contagiosos así que estuvimos felices. El estudio fue en la playa, antes de que cayera el sol. Cómo nos íbamos a perder ese atardecer tan espectacular para el estudio de novios, teníamos que aprovecharlo y lo hicimos, terminamos apenas el sol se escondió. La fiesta estuvo muy buena, la música de los dos países fue un hit para ambientar todo, pasamos felices, lo único es que quedamos con muchas ganas de regresar a Puerto Vallarta, México.